Desde muy joven fui una fiel
admiradora de las composiciones e interpretación de Juan Luis y su cuatro
cuarenta, realmente recordar los 80´ es revivir
una época hermosa, con los peinados poom,
la colita de pato o peinado sifrino, los estampados, blusones,
pantalones tubitos, las minitecas, betamax y esa buena música de merengue que las
emisoras colocaban y uno salía inmediatamente a comprar en cassete, Lp o disco
de acetato, mi admiración por Juan Luis, el de 4:40 nació desde muy temprana
edad, me enamoró con sus canciones, me acompaño en cada desamor, me ilusiono
con su voz particular, me hizo reflexionar y ampliar el concepto sobre él,
cuando leí en una revista publicada en Puerto Rico Titulada ¨Sembrando¨ No 7
del 19 de Mayo de 1992. El Encabezado del artículo era ¨UN MENSAJE DE JUAN LUIS GUERRA¨.
Soy
Dominicano, amo mi Republica y mi gente. En esta gira que recién empiezo huelo
la nostalgia de una crisis común de nuestros pueblos Latinoamericanos.
Con el devenir del tiempo he tomado conciencia
de que el merengue va mucho más allá de
un simple menear de huesos, que es reivindicador
y eterno, canto de hacha y futuro. Tengo el corazón colgado en la mano
izquierda con la derecha escribo. Creo que viviendo un proceso de cambio en mi
vida y aunque aun me inunda la esperanza, no lloverá café si no empezamos a
sembrarlo.
Me duele mucho que mi gente piense que
perjudico la nación de una forma u otra
al expresar nuestras deficiencias en Energía Eléctrica, Educación, Salud. Y
sobre todo ese gran cordón de miseria que hace que cada día existan más héroes que se lanzan al mar y
menos héroes en tierra firme para restaurar una mejor republica. Lo de político
va muy lejos con mi personalidad, pero
tengo que ser consecuente con lo que expreso.
No
puedo hacer denuncias sociales y quedarme callado ante una realidad, no puedo ser muro de contención entre el faro
y la vergüenza. De ser así, sería hipócrita y de nada serviría esta dulce
anarquía de mi canto que llena mis pulmones. Con relación al V Centenario del Descubrimiento,
mantengo mi postura. No tengo nada que
celebrar, quizás el sueño casabe en burén o el areito perdido en una nube
pasajera. Se hace tarde y tengo que actuar. Paraguay me espera. Me visto con mi
bandera como siempre. Amo mi Republica y mi gente. Naci un día cualquiera entre
Abril y Junio y aquí una noche blanca con la misma luna de antaño que servirá
de almohada a mi cabeza.
Y
si me premiara la providencia, es mi frente una coronita de flores, estrellitas
y duendes.
escuchando un poco de música un domingo en la mañana , recordé
este mensaje profundo escrito por el merenguero y busque entre mis cajas de
recuerdo y apareció para compartirlo con ustedes, pues siempre he creído en esa
sensibilidad de Juan Luis como hombre
del arte, que lo hace muy humano, que bueno que el tiempo ha pasado y se ha
mantenido congruente con su pensamiento y sus acciones, que bueno que sigue
sembrando café de conciencia de amor y de paz en nuestros pueblos latinos, ese
bonito gesto de hacer escuelas en el pueblo de Haití.
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