domingo, 26 de febrero de 2012

¿QUE PUEDES REGALAR TU?

Sé que cuando se  cumple años, la tradición es obsequiarle al conmemorado por ese día tan especial para él, aunque esta regla se rompe con el nacimiento y  cumpleaños  de un niño que es y será una divinidad en la humanidad y que por esta misma razón deberíamos darle no un si no miles de obsequios, ofrendas y todo lo  que tengamos no solo en el aspecto material sino también en lo espiritual; Pero ocurre lo contrario, las personas le piden o más bien le  exigen  regalos al niño que nace cada 24 de Diciembre a las 12 de la noche,  de nombre Emmanuel  que significa Dios con Nosotros; Abusamos de su nobleza y del amor de ese pequeño, que apenas con escasos minutos de su nacimiento tiene que cargar con todas las listas innumerables de peticiones  de miles y millones de personas, ¿Qué Cosas, No?   
La tradición de dar regalos en Navidad se remonta a épocas antiquísimas cuando durante el solsticio de invierno y el cambio de año era obligatorio ofrecer obsequios a los reyes y dioses e intercambiar objetos con los seres queridos, con el fin de pedirle a los dioses que continuasen siendo generosos en el futuro, agradecerles el buen año y compartir con los demás parte de los elementos materiales obtenidos en ese período.
Hacia mediados del siglo VIII a.C. en los tiempos de la fundación de Roma, cuenta una leyenda que Tatio, gobernante de la ciudad junto a Rómulo, recibió el primer día del año buenos deseos mediante una serie de ramas, provenientes de un bosque dedicado a la diosa Strenia. Para conmemorar ese momento tan especial dicho gobernante promulgó que ese gesto se convirtiera en una costumbre.
Dos siglos después, en plena República Romana, los familiares y amigos se visitaban entre sí el primer día de enero e intercambiaban presentes que, en un principio consistían en ramas de árboles y posteriormente fueron sustituidos por monedas de bronce, lámparas, nueces y figuras secas de miel, siempre con la finalidad de atraer la prosperidad. Las celebraciones más emblemáticas de la sociedad romana como la Matronalía y las Saturnales integraron la costumbre de regalar como parte fundamental de las fiestas. Cabe destacar que en éstas solía transgredirse el orden social establecido, por ejemplo, en esa época los amos servían a sus esclavos mientras que éstos hacían bromas contra sus señores.
La Matronalia se llevaba a cabo el 1° de marzo, fecha en la que comenzaba el año nuevo atendiendo al calendario romano. Por su parte, los Saturnales se realizaban desde el 17 hasta el 23 de diciembre para conmemorar el cambio de año, durante esos días toda las actividades se detenían para disfrutar a plenitud de banquetes y juegos de azar, además del ya mencionado intercambio de obsequios.
Con el transcurrir de los años, los regalos fueron modificándose para convertirse en artículos más útiles y se adaptaron al poder adquisitivo de quien los daba. Así las ramas de árbol pasaron a ser un complemento de presentes como vinos, dulces, telas y frutos secos, entre otros. Algunos inclusive fueron más allá y empezaron a dar monedas de oro y plata, piedras preciosas y velas. Siempre la finalidad era la de expresar deseos de prosperidad y abundancia.
La tradición señalaba que nadie debía presentarse ante los dioses o sus monarcas sin obsequios que estuviesen a la altura de su investidura. Ese fue el caso de Calígula, emperador romano desde el 37 hasta el 41, quien durante los Saturnales se colocaba en la puerta del palacio para recibir los regalos, que para entonces eran monedas que le daban sus súbditos en señal de buen augurio.
Yo no quiero pedir nada al niño Dios, pues estoy segura que mucho le pedirán hasta el cansancio, por lo contario le quiero dar mi Respeto, mi compromiso, más tiempo para él y mi familia, ayudar al necesitado para aliviarle el trabajo, dar cobija al que pueda, ser más solidaria con el prójimo, Dar más amor del que hasta ahora he dado a los niños, Promover la Paz y la Justicia, es todo lo que puedo Regalar al niño JESUS ¿Qué Puedes Regalar Tu?

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