Sé que cuando se cumple años, la tradición es obsequiarle al
conmemorado por ese día tan especial para él, aunque esta regla se rompe con el
nacimiento y cumpleaños de un niño que es y será una divinidad en la
humanidad y que por esta misma razón deberíamos darle no un si no miles de
obsequios, ofrendas y todo lo que
tengamos no solo en el aspecto material sino también en lo espiritual; Pero
ocurre lo contrario, las personas le piden o más bien le exigen
regalos al niño que nace cada 24 de Diciembre a las 12 de la noche, de nombre Emmanuel que significa Dios con Nosotros; Abusamos de
su nobleza y del amor de ese pequeño, que apenas con escasos minutos de su nacimiento
tiene que cargar con todas las listas innumerables de peticiones de miles y millones de personas, ¿Qué Cosas,
No?
La tradición de dar regalos en Navidad se remonta a
épocas antiquísimas cuando durante el solsticio de invierno y el cambio de año
era obligatorio ofrecer obsequios a los reyes y dioses e intercambiar objetos
con los seres queridos, con el fin de pedirle a los dioses que continuasen
siendo generosos en el futuro, agradecerles el buen año y compartir con los
demás parte de los elementos materiales obtenidos en ese período.
Hacia mediados del siglo VIII a.C. en los tiempos de
la fundación de Roma, cuenta una leyenda que Tatio, gobernante de la ciudad
junto a Rómulo, recibió el primer día del año buenos deseos mediante una serie
de ramas, provenientes de un bosque dedicado a la diosa Strenia. Para
conmemorar ese momento tan especial dicho gobernante promulgó que ese gesto se
convirtiera en una costumbre.
Dos
siglos después, en plena República Romana, los familiares y amigos se visitaban
entre sí el primer día de enero e intercambiaban presentes que, en un principio
consistían en ramas de árboles y posteriormente fueron sustituidos por monedas
de bronce, lámparas, nueces y figuras secas de miel, siempre con la finalidad
de atraer la prosperidad. Las celebraciones
más emblemáticas de la sociedad romana como la Matronalía y las Saturnales
integraron la costumbre de regalar como parte fundamental de las fiestas. Cabe
destacar que en éstas solía transgredirse el orden social establecido, por ejemplo,
en esa época los amos servían a sus esclavos mientras que éstos hacían bromas
contra sus señores.
La
Matronalia se llevaba a cabo el 1° de marzo, fecha en la que comenzaba el año
nuevo atendiendo al calendario romano. Por su parte, los Saturnales se
realizaban desde el 17 hasta el 23 de diciembre para conmemorar el cambio de
año, durante esos días toda las actividades se detenían para disfrutar a
plenitud de banquetes y juegos de azar, además del ya mencionado intercambio de
obsequios.
Con
el transcurrir de los años, los regalos fueron modificándose para convertirse
en artículos más útiles y se adaptaron al poder adquisitivo de quien los daba.
Así las ramas de árbol pasaron a ser un complemento de presentes como vinos,
dulces, telas y frutos secos, entre otros. Algunos inclusive fueron más allá y
empezaron a dar monedas de oro y plata, piedras preciosas y velas. Siempre la
finalidad era la de expresar deseos de prosperidad y abundancia.
La
tradición señalaba que nadie debía presentarse ante los dioses o sus monarcas
sin obsequios que estuviesen a la altura de su investidura. Ese fue el caso de
Calígula, emperador romano desde el 37 hasta el 41, quien durante los
Saturnales se colocaba en la puerta del palacio para recibir los regalos, que
para entonces eran monedas que le daban sus súbditos en señal de buen augurio.
Yo
no quiero pedir nada al niño Dios, pues estoy segura que mucho le pedirán hasta
el cansancio, por lo contario le quiero dar mi Respeto, mi compromiso, más
tiempo para él y mi familia, ayudar al necesitado para aliviarle el trabajo,
dar cobija al que pueda, ser más solidaria con el prójimo, Dar más amor del que
hasta ahora he dado a los niños, Promover la Paz y la Justicia, es todo lo que
puedo Regalar al niño JESUS ¿Qué Puedes Regalar Tu?
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