domingo, 26 de febrero de 2012

TORTILLAS, MENJURAS Y GUARAPOS.


En estos tiempos virales y de diversas enfermedades endémicas, las píldoras,  fármacos  y drogas son la presunta solución  a tales males, sin importar las secuelas o consecuencias que estas pudieran ocasionar.
 Al empezar  el siglo pasado era poco el avance medicinal que  existía,  mas allá aun, casi la mitad del siglo era de pocos  avances tecnológicos  como los rayos equis, las placas, ecosonogramas, endoscopia y muchos otros equipos médicos que detectaran enfermedades a priori.
Nuestros ancestros consiguieron desde tiempos muy remotos soluciones que han perdurado en el tiempo, en las hierbas, plantas, sales minerales y hasta en ciertos animales, las curas medicinales que se convirtieron en el recursos para  combatir cada dolencia, enfermedad o malestar, crearon su propia  fuente, botica heredada de generación en generación, casi todas las indicaciones  de forma oral, además de conseguir las plantas curativa  propicia para cada enfermedad, nos dejaron la clasificación de los diversos tratamientos: en menjuras, pócimas, ungüento, brebaje, tomas, plasma, guarapos y fletas.
Quizás los olores, los sabores no eran los mas gratos y placenteros, lo que hacia que particularmente siempre le huyera a todo tipo de ungüento que nos colocaban en  la cabeza o en el pecho por causa de la tos o resfriado, no se que era peor las  tomas  o las menjuras, en este momento me viene a  la memoria una de las mejorías mas dolorosa pero efectiva que he escuchado es la de mi tía Hortencia, al nacer en 1939 tuvo una gripe muy fuerte que se le convirtió en bronquitis crónica, los médicos la desahuciaron y se la entregaron a mi abuela y bisabuela para que la llevaran  a la casa por que no había nada que hacer, todo el pueblo estaba esperando la muerte de la niña, hasta habían llamado a la señora que le cantaba los tonos a los angelitos para que se preparara, porque la niña estaba casi sin vida, pues algunas señoras mayores en ese  entonces  empezaron a preparar unas menjuras como ultimo recurso, además ante habían sido usado y no habían fallado puesto que había sido enseñado por sus madres, lo cierto fue que empezaron la preparación con aceite resino caliente que debían poner con un pañito en el pecho de la niña, cuando el pañito fue colocado la criatura  lloro como un gatito y luego mas fuerte y mas fuerte, auque  le quemo el pecho considerablemente lo importante fue que sobre vivió a la muerte, luego le decían la resucitada.
Cuando nos daba Fiebre o Quebranto nos ponían una plasma de aceite palo, o alcanforado que siempre le huí por lo caliente y el olor tan fuerte que producía,  recuerdo a mi prima que le  pusieron un tortilla que estaba preparada con huevos, nuez moscada y vino sansón, en la madrugada después que le bajo la fiebre y se le calmo la tos  se levanto y se comió la tortilla  según ella porque olía muy bien y además tenia mucha hambre atrasada pero si algo no puedo negar era la efectividad  del remedio, aunque las menjuras no iban solas también la acompañaban los guarapos bien caliente para brotar o sacar la fiebre eran de poleo, malojillo, manzanilla, canela, además de arroparnos muy bien y no dejarnos estar en el sereno y si teníamos tos era un trago amargo y no hablo en sentido figurado era terrible jarabe preparado por mi tía de cristal de zábila con miel, o  jengibre,  piña con  coco, o manteca de gallo.

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